¿Dónde estás?...
donde está el hombro en el que imaginé me apoyaría cuando sintiera lo que estoy
sintiendo; me equivoqué lo reconozco, me equivoqué al creer que yo era igual de
especial para ti, como lo eres para mí! ...tal vez te obligué a quererme, o peor
aún, a decirme que me quieres.
No pienso
dar mi brazo a torcer una vez más, es verdad… cedí demasiado.